Los niños asmáticos se enfrentan a una serie de barreras para participar en actividades físicas, desde las creencias de las familias sobre la desorganización de los colegios, a sus propias percepciones sobre sobre sus síntomas, según muestran los resultados de un estudio de la University of Dundee, en Escocia, y que ha sido publicado en ‘BMC Family Practice‘.