Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Fundación Jiménez Díaz proponen una metodología que puede facilitar la búsqueda de nuevas proteínas relacionadas con la aterosclerosis, cuya presencia en sangre podría indicar un riesgo aumentado de sufrir un infarto.
Los infartos de miocardio y las trombosis cerebrales se deben a obstrucciones arteriales súbitas ocasionadas por trombos. Uno de los grandes problemas de la medicina cardiovascular es que estos cuadros se presentan con frecuencia súbitamente y sin previo aviso.