Para evitar los efectos secundarios de los tratamientos actuales contra el cáncer, el grupo del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), dirigido por Domingo F. Barber, ha desarrollado unas nanopartículas magnéticas que contienen interferón. Dirigidas con unos imanes a la zona del tumor, son capaces de eliminar las células cancerígenas sin apenas afectar al tejido sano.
Los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer se deben esencialmente a que tanto la radioterapia como la quimioterapia atacan por igual a las células cancerígenas y a las sanas. Aunque las células normales parecen defenderse un poco mejor que las tumorales, los tratamientos actuales provocan una gran cantidad de efectos secundarios indeseables.