Expertos de la Universidad de Michigan han descubierto que los atletas que padecen asma inducido por el ejercicio (AIE) producen menos sudor, lágrimas y saliva que aquellos que no tienen problemas de respiración, según aparece publicado en ‘Chest‘.
Expertos de la Universidad de Michigan han descubierto que los atletas que padecen asma inducido por el ejercicio (AIE) producen menos sudor, lágrimas y saliva que aquellos que no tienen problemas de respiración, según aparece publicado en ‘Chest‘.