Los recortes económicos y la reducción de gastos provocados por la crisis han afectado a muchos sectores, entre los que se encuentra la lucha contra el tabaco. En Estados Unidos, la inversión en programas para controlar el consumo de tabaco ha disminuido desde 2002 pero, según un estudio que publica on line la revista Contemporary Economic Policy, esta reducción no va a suponer ningún ahorro a largo plazo.
Los resultados del trabajo muestran que se podrían ahorrar entre 14 y 20 veces los costos que supone implantar este tipo de programas, si los estados de Norteamérica siguieran las recomendaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y aumentarán su inversión en iniciativas antitabaco. El pasado año el gasto destinado a reducir el consumo de cigarrillos fue un 17% inferior al que habían recomendado los expertos.