Investigadores de la Universidad de Michigan en Ann Arbor (Estados Unidos) han observado en los testículos de la mosca de la fruta un mecanismo que evita que las células madre proliferen de forma excesiva, pudiendo provocar cáncer, pero que debe permitir la suficiente producción de células para no provocar un envejecimiento acelerado. Los resultados del estudio se publican en la revista ‘Nature‘.