Las malas noticias no cesan. La rosiglitazona, más conocida por su nombre comercial Avandia, y la pioglitazona, otro fármaco empleado en el tratamiento de la diabetes tipo 2, debilitan los huesos en las mujeres, según una revisión de estudios. A tenor de los resultados, sugieren los autores, «las agencias reguladoras deberían restringir el uso de las tiazolidinedionas [familia a la que pertenecen ambos] en pacientes diabéticas con riesgo de fracturas».