El antidiabético Avandia duplica el riesgo de fracturas en mujeres

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Las malas noticias no cesan. La rosiglitazona, más conocida por su nombre comercial Avandia, y la pioglitazona, otro fármaco empleado en el tratamiento de la diabetes tipo 2, debilitan los huesos en las mujeres, según una revisión de estudios. A tenor de los resultados, sugieren los autores, «las agencias reguladoras deberían restringir el uso de las tiazolidinedionas [familia a la que pertenecen ambos] en pacientes diabéticas con riesgo de fracturas».

Trece millones de personas seguían un tratamiento con Avandia contra la diabetes tipo 2 en 2007, cuando la revista ‘The New England Journal of Medicine‘ publicaba un estudio que relacionaba la ingesta de este antidiabético oral con un aumento del riesgo de infarto. Desde entonces, la literatura científica sobre la seguridad de la rosiglitazona, y la polémica, ha ido creciendo.

Una de las preocupaciones que rodean su uso es su efecto nocivo sobre el hueso. Este hecho, que salió por primera vez a la luz a finales de 2006, había pasado a un segundo plano. En los últimos meses, sin embargo, varios ensayos clínicos se han centrado en el riesgo de fracturas asociado al tratamiento a largo plazo con tiazolidinedionas.

«Cuando iniciamos este estudio, sabíamos que existía un vínculo entre estos fármacos y el riesgo de fracturas. No obstante, la magnitud de ese riesgo no había sido evaluada», ha explicado uno de los autores, Sonal Singh, especialista en medicina interna en la Universidad Wake Forest (Estados Unidos).

Él y sus colegas revisaron los datos de 10 trabajos sobre la rosiglitazona y la pioglitazona y descubrieron que «estos agentes duplican el riesgo de fracturas en mujeres con diabetes tipo 2», añade Singh, que han seguido un tratamiento de al menos 12 meses. Además, estos fármacos provocaban también un descenso en la densidad de masa ósea de la columna lumbar y la cadera. En los hombres no se observó ninguna de estas circunstancias.
Cambios en el metabolismo de los huesos

En términos generales, según estos resultados, entre las mujeres de edades cercanas a los 70 años que usen estos antidiabéticos se producirá una fractura de más por cada 21 pacientes. En el caso de las postmenopáusicas jóvenes (en sus 50), ocurrirá una fractura extra por cada 55 mujeres.

Con el consiguiente impacto para la salud pública. Los cálculos elaborados en este estudio, publicado en ‘Canadian Medical Association Journal‘, señalan que en 2006 el tratamiento con tiazolidinedionas provocó un exceso de 30.000 fracturas en Estados Unidos, que podrían haberse evitado con el uso de otros antidiabéticos (metformina, sulfonilureas).

A falta de más investigaciones, los autores sostienen la teoría de que estos fármacos incrementan la adiposidad de la médula ósea al disminuir la actividad de los osteoblastos (células que sintetizan el hueso nuevo). Es probable, además, que estimulen la acción de los osteoclastos, las células que destruyen hueso.
Autor: CRISTINA DE MARTOS

Nota del editor: El antidiabético Avandia fue retirado del mercado en 2010
Fuente: elmundo.es

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