Los pacientes con una función diastólica anormal en el ventrículo izquierdo tienen menos capacidad para realizar ejercicio, según un estudio de la Clínica Mayo en Rochester (Estados Unidos) que se publica en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).
En la menor capacidad para realizar ejercicio intervienen muchos factores entre los que se incluyen la edad, el sexo femenino, el índice de masa corporal y la coexistencia de enfermedades. Algunas investigaciones han sugerido que la evaluación del funcionamiento ventricular izquierdo del corazón podría predecir hasta dónde llega la capacidad de una persona para el ejercicio.
Los investigadores, dirigidos por Jasmine Grewal, estudiaron a 2.867 pacientes que pasaron por una ecocardiografía, un procedimiento de diagnóstico no invasivo que emplea el ultrasonido para estudiar la estructura y movimientos del corazón, y el funcionamiento sistólico y diastólico ventricular. El objetivo era determinar las asociaciones más fuertes entre la capacidad de ejercicio y las interacciones con la edad y el sexo.
Los autores descubrieron que la disfunción diastólica, una relajación defectuosa, estaba asociada de forma inversa y en gran medida con la capacidad de ejercicio. En comparación con quienes mostraban un funcionamiento normal, estas personas tenían una capacidad de realizar ejercicio mucho menor.
Otro factor que intervenía de forma independiente con la capacidad de hacer ejercicio era la edad, el sexo femenino y el índice de masa corporal superior a 30. En comparación con aquellos con una función diastólica normal, los que la tenían defectuosa tenían un aumento progresivo en la magnitud de la reducción en la capacidad de realizar ejercicio según iban cumpliendo años.
Los autores concluyen que además es bien sabido que el entrenamiento físico mejora la función diastólica en los individuos sanos.
Fuente: Azprensa