El uso de las pruebas sanguíneas (serológicas) que se obtienen en el comercio para diagnosticar la tuberculosis activa arroja a menudo un diagnóstico erróneo, un tratamiento incorrecto y posibles daños a la salud pública, afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una recomendación de política dada a conocer hoy. La OMS insta a los países a prohibir las pruebas sanguíneas inexactas y sin licencia y preferir en su lugar las pruebas microbiológicas o moleculares que la propia organización recomienda.
Es muy difícil determinar que la enfermedad tuberculosa está activa valiéndose de los anticuerpos o antígenos presentes en la sangre. Los pacientes pueden presentar diferentes respuestas de anticuerpos que indican que padecen tuberculosis activa cuando no es así. También, pueden producirse anticuerpos contra otros microorganismos que apuntan, erróneamente, a una tuberculosis activa. Por si fuera poco, distintos microorganismos comparten los mismos antígenos, otro motivo por el cual los resultados de estas pruebas no son fidedignos. Estos factores pueden ocasionar que la tuberculosis no se identifique o que se diagnostique mal.