El uso de las pruebas sanguíneas (serológicas) que se obtienen en el comercio para diagnosticar la tuberculosis activa arroja a menudo un diagnóstico erróneo, un tratamiento incorrecto y posibles daños a la salud pública, afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una recomendación de política dada a conocer hoy. La OMS insta a los países a prohibir las pruebas sanguíneas inexactas y sin licencia y preferir en su lugar las pruebas microbiológicas o moleculares que la propia organización recomienda.
Es muy difícil determinar que la enfermedad tuberculosa está activa valiéndose de los anticuerpos o antígenos presentes en la sangre. Los pacientes pueden presentar diferentes respuestas de anticuerpos que indican que padecen tuberculosis activa cuando no es así. También, pueden producirse anticuerpos contra otros microorganismos que apuntan, erróneamente, a una tuberculosis activa. Por si fuera poco, distintos microorganismos comparten los mismos antígenos, otro motivo por el cual los resultados de estas pruebas no son fidedignos. Estos factores pueden ocasionar que la tuberculosis no se identifique o que se diagnostique mal.
Práctica incorrecta
«En beneficio de los pacientes y los prestadores de asistencia médica en el sector de salud público y en el privado, la OMS está pidiendo que se dejen de usar estas pruebas serológicas para diagnosticar la tuberculosis», dijo el doctor Mario Raviglione, Director del Departamento Alto a la Tuberculosis. «Utilizar una prueba sanguínea para diagnosticar la enfermedad tuberculosa activa representa una práctica incorrecta. Los resultados de estas pruebas son incongruentes, imprecisos y ponen en peligro la vida de los pacientes.»
La recomendación de política dada a conocer hoy rige para las pruebas sanguíneas que pretenden identificar la tuberculosis activa. Actualmente, la OMS está examinando las pruebas sanguíneas para la infección tuberculosa inactiva (también llamada tuberculosis latente).
Nueva recomendación
La nueva recomendación surge tras un análisis riguroso de los datos científicos efectuado por la Organización y expertos mundiales a lo largo de 12 meses. Se evaluaron 94 estudios: 67 de tuberculosis pulmonar y 27 de las formas extrapulmonares. Se confirmó sin lugar a dudas que las pruebas sanguíneas producían una proporción inaceptablemente elevada de resultados erróneos —es decir, positivos o negativos falsos— por comparación con las pruebas respaldadas por la OMS.
Diagnostico erróneo
El análisis mencionado reveló que las pruebas comerciales tienen «poca sensibilidad», lo que se traduce en que a un número elevado de pacientes se les dice que «todo está bien» cuando no es así; es decir, reciben un diagnóstico negativo que es falso, pues en realidad padecen tuberculosis activa. Como resultado, estas personas pueden transmitir la infección a otros o incluso morir porque no son tratadas de la tuberculosis. Las pruebas tienen además «poca especificidad», lo que se traduce en un número inaceptablemente elevado de pacientes a quienes se les diagnostica erróneamente la tuberculosis; es decir, reciben un diagnóstico positivo falso porque en realidad no padecen tuberculosis activa. Como consecuencia, se somete a estos pacientes a un tratamiento innecesario y, al mismo tiempo, no se diagnostica la causa verdadera de su enfermedad, lo que a la postre puede acarrear una muerte prematura.
Pruebas inexactas: gran costo para los pacientes
Cada año se practican más de un millón de estas pruebas sanguíneas inexactas para diagnosticar la tuberculosis activa, a menudo con un gran costo para los pacientes, quienes a veces pagan hasta US$ 30 por prueba. En el mercado se expenden por lo menos 18 pruebas de este tipo. Muchas son fabricadas en Europa y los Estados Unidos, a pesar de que no han sido autorizadas por ningún organismo de reglamentación.
Las pruebas de mala calidad arrojan resultados poco fiables
«Las pruebas sanguíneas para la tuberculosis a menudo están dirigidas a los países con mecanismos de reglamentación débiles, donde incentivos de comercialización cuestionables pueden pasar por alto el bienestar de los pacientes», dijo la doctora Karin Weyer, coordinadora de la Unidad de Medios de Diagnóstico y Fortalecimiento de Laboratorios del Departamento Alto a la Tuberculosis de la OMS. «Es un negocio multimillonario orientado a la venta de pruebas de mala calidad que arrojan resultados poco fiables.»
Cada año mueren de tuberculosis 1,7 millones de personas, y esta enfermedad es la principal causa de mortalidad de las personas infectadas con el VIH. El mejoramiento del diagnóstico temprano y exacto de la tuberculosis para salvar más vidas es una acción prioritaria para la OMS y la comunidad tisiológica internacional. En la actualidad, se efectúan investigaciones con miras a obtener pruebas mejores y más rápidas que puedan efectuarse fácilmente y sean eficaces y exactas.
Fuente: OMS